El gobierno de José Mujica cumplió con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, asumiendo la responsabilidad por la desaparición en 1976 de María Claudia García de Gelman y por la usurpación de identidad de su hija, Macarena Gelman.
Acá pueden leer parte del artículo de Mercedes López San Miguel salido hace dos días en Página/12 que refiere de forma completa y conmovedora sobre el memorable evento:“Algo que estábamos necesitando los uruguayos”
Así definió la senadora Lucía Topolansky al acto que encabezó su marido, el presidente José Mujica, en cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Gelman, delante del gran poeta y su nieta recuperada.
Con gesto adusto y tono pausado, José Mujica leyó un texto memorable en la sala de la Asamblea General del Parlamento, ante las miradas vidriosas de Juan Gelman y de su nieta Macarena, que estaban sentados en un palco. “El Estado uruguayo reconoce la responsabilidad institucional por la desaparición forzada de María Claudia García Iruretagoyena de Gelman en 1976”, dijo como frase tan directa como esperada el mandatario que, vaya vueltas de la historia, fue él víctima del terrorismo de Estado.
El acto público lo encabezó Mujica enfundado en un traje oscuro sin corbata, acompañado a cada lado por el vicepresidente Danilo Astori y el presidente de la Corte Suprema, Daniel Gutiérrez. Mujica recordó que estaba allí en cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Gelman. Por eso, el ex guerrillero tupamaro dijo que a partir del fallo se quitaron los obstáculos jurídicos que impedían la investigación y se adoptaron las medidas necesarias para impulsarla, lo cual no cesará hasta la ubicación definitiva de los restos de la nuera del poeta. Y es que hasta no hace tanto regía en el país la Ley de Caducidad, que impedía que se juzgue a los policías y militares acusados de violaciones a los derechos humanos. Desde octubre pasado, el Congreso con mayoría del gobernante Frente Amplio aprobó una ley que deja sin efecto la amnistía.
El presidente responsabilizó al Estado de su país por la desaparición de María Claudia y el secuestro y asesinato de su esposo, Marcelo Gelman, delitos cometidos en el marco del Plan Cóndor, la coordinación de las dictaduras del Cono Sur. Mujica, siempre ceñido al texto que les había mostrado a los dirigentes de la oposición, dijo que el Estado también es responsable de la supresión de la identidad de Macarena Gelman, desde su nacimiento hasta que se determinó su verdadera identidad, que sucedió recién en 2000.
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Con las últimas palabras del discurso, uno a uno los invitados se fueron poniendo de pie y se escuchó un aplauso cerrado que se fue prolongando con el entusiasmo y las miradas aprobatorias de familiares de las víctimas de la dictadura.
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Macarena respondía a los periodistas expectantes de sus palabras. “Este es un día sumamente importante y que no marca ni un principio ni un fin de nada. Podemos empezar a construir algo mejor. Sentimos cumplidos los puntos simbólicos y reparadores de la sentencia, queda un camino por delante porque faltan muchas personas desaparecidas sin encontrar. Hay muchas madres que esperan encontrar a sus hijos e hijos que quieren encontrar a sus madres. Seguimos atentos a la disposición del Estado de que cumplirá la sentencia en su totalidad.”
A su lado, como estuvo durante todo el día, su abuelo Juan señaló una paradoja de este acontecimiento inédito en Uruguay: “Por esas paradojas históricas el presidente de la República, que fue víctima de la dictadura, tuvo que reconocer en el nombre del Estado la responsabilidad de sus victimarios. Para esto hace falta coraje moral”. El poeta dijo estar muy emocionado y que durante la mañana tuvo muy presente a su hijo Marcelo cuando leyó dos de sus poemas.
En la ceremonia de la mañana, con motivo de la colocación de una placa en la antigua sede del Servicio de Información y Defensa (SID) en la calle Bulevar Artigas, Juan Gelman dijo que Marcelo empezó a escribir desde muy niño. A continuación, leyó un poema que escribió a los 17 años. “La oveja negra pasa en el campo negro/ sobre la nieve negra/ bajo la noche negra/ junto a la ciudad negra/donde lloro vestido de rojo.”
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