Ruiseñores de nuevo
a la payita en el gran cielo de la poesía/ mejor dicho/ en la tierra o mundo de la poesía que incluye cielos/astros dioses/mortales está cantando el ruiseñor de Keats/ siempre/ pasa Rimbaud empuñando sus 17 años como la llama de amor viva de San Juan/ a la Teresa se le dobla el dolor y su caballo triza el polvo enamorado Francisco de Quevedo y Villegas/ el dulce Garcilaso arde en los infiernos de John Donne/ de César Vallejo caen caminos para que los pies de la poesía caminen/ pies que pisan callados como un burrito andino/ Baudelaire baja un albatros de su reino celeste/ con el frac del albatros Mallarmé va a la fiesta de la nada posible/ suena el violín de Verlaine en la fiesta de la nada posible/ recuerda que la sangre es posible en medio de la nada/ que Girondo liublimará perrinunca lamora/ y girarán los barquitos de tuñón contra el metal de espanto que abusó a Apollinaire/ oh lou que desamaste la eternidad de viaje/ el palacio del exceso donde entró la sabiduría de Blake/ el Paco Urondo que forraba en lamé la felicidad para evitarle fríos de la época/ Roque Dalton que trepaba por el palo mayor de su alma y gritaba “Revolución” y veía la Revolución y la Revolución era la sola tierra firme que veía/ y Javier Heraud que fue a parar tiernísimo a la selva/ y abrió la selva de la boca con su torrente claro/ y el padre Darío que a los yanquis dijo no/ como Sandino dijo no/ y el frente amplio de la poesía y de la guerra les volvió a decir no/ y Nicaragua brilla en su ejercicio de amar/ Martí yendo y viniendo por el aire con los muertos queridos que vió volar como una rosa blanca/ ¿no ves a mis compañeros volar por el aire ochenta años después?/ ¿estás despierto par que sigamos diciendo no?/ ¿los muertos se ponen pálidos como magdalena cuando amasaba sus panes con más lágrimas que harina?/ ¿hasta que venga el día?/ ¿día enque toda América Latina subirá lentamente?/ ¿amorosamente?/¿navegando como hacen mis planetas del sur?/ ahora canta el ruiseñor del griego al fondo de los siglos/ pasa Walt Whitman con el ruiseñor al hombro cantando en paumanok/ pasa el comandante Guevara a hombros del ruiseñor/ pasa el ruiseñor que se alejó de la vida callado como burrito andino en representación de los que caen por la vida/ pasa la luna de rosados dedos/ pasa Safo abrigando al ruiseñor que canta/canta/canta/
Los poemas de José Galván, en Hacia el sur, Marcha, México D.F., 1982 (reeditado en Interrupciones II, Libros de Tierra Firme, 1988).
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A seguir el video con la voz de Gelman y el bandoneon de César Stroscio.
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