“… A mí me parece imposible el desexilio. Yo estuve 14 años exiliado, ahí se crea un vínculo muy notable. Cuando estaba exiliado en Roma llegaban compañeros, amigos, también exiliados y algunos que no deshacían las valijas pensando que regresarían la semana siguiente. Nunca tuve esta sensación. Salí con la idea de que iba para largo. Traté de aprovechar al máximo esas diferencias culturales y de entenderlas. Uno llega a la conclusión de que lo mejor es mundar. Hay frases fáciles, como ‘soy ciudadano del mundo’ y otras tonterías. Eso no es verdad”.
(Juan Gelman)
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Selección de poemas del libro:
Mundar, 2007, Seix Barral, Buenos Aires (2008, Visor, Madrid)
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EL ÁRBOLEl árbol detrás
de la ventana pasa, la tarde
se lleva al mundo y pasa, serpea
la vez que fui, corriente arriba
de un río ancho
que pasa. Voces que humedecieron
la sal del viento, ahora en esta
constelación que pasa.
El manto de los pájaros
y el tiempo con su canción muda. — LA PRETENSIÓN El disparate de la tristeza y sus animales que hurgan por todos lados son más verdaderos que yo. Estas palabras son más verdaderas que yo. Son materia y no tiempo, en sus entrañas hay una piedra que nunca se acaba. Los hijos de los hombres creen que mojarlas con vino les quitará conciencia, fuego. Hay palabras que esperan y nadie las toma. Solas ahí en silencio florido.
—
LA MANZANA
Manzana sola en la fuente, ¿qué hace sin Paraíso? Nadie ve su cicatriz amarga.
¿Me pregunta
a dónde fue el secreto
de irse por tanta puerta
ceraada, alto el crépusculo
firme, la cara que
sueña, sueña, sueña,
sin importar lo que perdió? En un rincón el viento
mueve la sombra de las hojas.
— ¿Qué se sabe?
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